Quiero un mundo mejor

Cada vez estamos mas sumergidos en nuestro mundo conllevando a que seamos más individuales, más "autistas". Cada vez tenemos menos trato con el vecino, cada vez saludamos menos al de la tienda de la esquina y cada vez nos agachamos menos a recogerle el monedero a alguien que se le cayó.

¿Que nos pasa?

¿Las ciudades nos hacen inhumanos?

En los pueblos aun se conservan las buenas costumbres, todavía sigue habiendo un trato cercano entre las personas, pero en las ciudades la vida ha cambiado. Nos hemos vuelto superficiales y andamos sonámbulos por el mundo, mirando sin mirar al que tenemos delante.

 Deberíamos reflexionar ante ello, sé que toda la vida ha existido el profundamente subnormal y que siguen, o eso espero, existiendo la buena gente. No quiero creer que eso haya cambiado. Creo que mas bien es algo mas ligado a la insensibilidad y a la graduación de nuestras gafas, nos hace falta una renovación de lentes, pues nuestros cristales están empañados; y las prisas, el estrés no nos dejan ver lo que realmente importa. Nuestros oídos también están atascados por bolas inmensas de cera que nos impiden escucharnos y no hay tiempo para pararse a limpiárselos.

 Ahora solo hay tiempo para entrar en facebook, yo la primera, para ver la tele, para ver series y jugar con nuestras consolas.

A veces siento la gran necesidad de escapar de esta era audiovisual y esconderme en algún lejano rincón donde la tecnología aun no haya llegado, donde se sirvan conversaciones para comer, se desayunen buenos amaneceres y de cenar buenas caricias. Aunque solo fueran unos meses me iba a la casa de Heidi en busca de la ausencia de ruido de ciudad, de la buena leche y a contar nubes acostada en esos inmensos prados.

¿En que nos hemos convertido?

Perdemos mucha calidad de vida tan solo por la comodidad.

Espero, que al igual que yo, que todos seáis capaces de reflexionar ante todo esto y saber ver lo que realmente importa, todo lo que tenemos y lo que nos perdemos. Nuestras acciones hacen lo que somos, sé que es difícil evitar a veces unirse a la marea cuando la vida laboral te lleva estrepitosamente hacia la desdicha. Pero señores rectifiquen, pongamos rumbo hacia otra parte, pero esta vez todos juntos. Porque yendo cada uno por un lado solo conseguimos chocarnos.

Yo quiero un mundo mejor, ¿tú no?.